Persian Apothecary es una colección de té inspirada en la riqueza y la complejidad de Irán. Las mezclas son un reflejo de los recuerdos “imperfectos” de Sheyda Monshizadeh-Azar, su herencia iraní y sus experiencias mientras vivía y viajaba por Irán. Nos confió el desarrollo de su producto desde la Estrategia de Marca, hasta el último detalle de diseño de Empaque. Tuvimos la oportunidad de descubrir su cultura y reconocernos en ella.

El logotipo busca comunicar la herencia persa, así como su riqueza histórica y cultural. Se inspira en las líneas rectas de la escritura cuneiforme de Persépolis. Sus trazos curvos y terminaciones, se asemejan a la escritura caligráfica.

El icono es la expresión de un sentimiento de desplazamiento y conexión al mismo tiempo. Se inspira en los patrones y en la sensación de sublime tranquilidad que se experimenta en los edificios islámicos. Este gráfico está alojado en una bóveda, una clara referencia a la cultura persa, la casa de nuestra marca.

Nuestra dirección creativa es una oda a la literatura, porque sólo con cientos de páginas podríamos equiparar lo que el sabor y los aromas nos provocan. Los nombres de los tés son como el título de un libro, no mencionan los sabores, sino el recuerdo que evocan.

Utilizamos una solo foto en cada uno de los empaques haciendo referencia a la portada de un libro. Esta imagen es también una pista de los aromas que se liberarán una vez abierto el envase. Todas las fotos utilizadas en las cajas (excepto la de Driving in Tehran) fueron tomadas por Tahmineh Monzavi, una fotógrafa iraní cuyas obras han sido expuestas en museos de varios países y publicadas por revistas y libros de arte internacionales.

Cada empaque de té va acompañado de un poema elegido por Sheyda, que se presenta en inglés en una cara y en farsi en la otra. El siguiente es el que aparece en The Shah’s Earl Grey.