Cuna de Piedra nace de las ganas de hacer una diferencia en el mundo, aunque fuera en pequeña escala… En esta ocasión, el reto era mucho más profundo que solo crear una nueva marca. Preocupados por las injusticias existentes en la industria del chocolate, decidimos unir fuerzas con amigos para crear un producto desde cero que además de asegurar el trato justo a los campesinos, mostrara una cara de México que nos llenara de orgullo.

En las cadenas tradicionales de producción de cacao, hay al menos 6 intermediarios antes de que el producto llegue a manos de los consumidores. En Cuna de Piedra no hay intermediarios, tratamos directamente con los campesinos, asegurándonos que sus condiciones de trabajo sean óptimas y sean retribuidos por encima de los precios que fija la industria de alimentos.

No les hacemos un favor, no es caridad y no esperamos un reconocimiento por ello, nuestro sueño es que poco a poco esto sea la norma general en la producción de cacao a nivel global y que las injusticias desaparezcan por completo. Es por eso que nos unimos al movimiento “Bean to Bar” (del grano a la barra) ya que promueve la trazabilidad de todo el proceso.

El nombre “Cuna de Piedra” nace de la idea de que México es la cuna del cacao y la piedra es la cuna de la gastronomía mexicana, siendo uno de los materiales principales que se ha utilizado en la preparación de alimentos desde la época prehispánica.

El concepto de la marca se basa en la yuxtaposición que es la cultura Mexicana. Somos una combinación de orígenes, sabores, aromas y referencias.
La obra central de nuestro empaque es una reinterpretación de las esculturas prehispánicas, y una oda a los artistas mexicanos contemporáneos que trabajan con piedra. Trabajamos desde la humildad y el agradecimiento a nuestra tierra que nos da infinitas fuentes de inspiración para hacer un producto que sea un digno representante de nuestro país, dentro y fuera de México.

Cuna de Piedra existe gracias a un grupo de personas que se fueron sumando por amor a la filosofía detrás del proyecto: honrar a México y a todas las personas que son parte del proceso.