Chocolate de Mesa
El chocolate de mesa es una bebida típica mexicana que existe desde la época pre Hispánica, la manera como se consumía cacao antes de la llegada de los españoles. En muchos lugares de México (como Oaxaca) el chocolate para beber se sigue consumiendo de manera regular en toda ocasión: velorios, bodas, bautizos y otras fiestas. Pero en cambio en otros, la tradición se ha ido perdiendo, es por eso que para nosotros es primordial recordar de la forma más auténtica la manera en como nuestras abuelas consumían chocolate, y lograr llamar la atención a través del diseño para que este producto se valore dentro y fuera del país.
Scope:
Branding
Diseño de Empaque
Diseño de Objeto*
Cuna de Piedra es una empresa de chocolates bean-to-bar cuyo propósito es reposicionar la imagen que se tiene de México dentro y fuera del país, demostrando a través de la calidad de sus productos, el talento de su equipo y su diseño inconfundible, que lo hecho en México es excelente.
Dado que estos empaques son una evolución de la marca, debíamos crear algo que fuera muy diferente a los empaques de línea ya existentes. Es por eso que elegimos ser muy sutiles en el exterior, utilizando solo el recurso de la tipografía sobre un fondo negro y diferenciando los 3 distintos tipos de cacao con un detalle de color, para después sorprender a los consumidores una vez que abran el producto y descubran ese mismo color pero exagerado en un hermoso foil brillante que envuelve cada chocolate. La elección de estos colores: naranja, celeste y lila, fue nuestra manera de abrazar el México colorido, el que adorna las calles en las fiestas, los mercados y los vestidos típicos de los pueblos originarios
Para complementar este increíble proyecto nos aliamos con HACER COMÚN para diseñar un molinillo. El molinillo es un utensilio de cocina que se utiliza en México para batir el chocolate desde la época prehispánica. Existen pruebas en códices que explican que la presencia de espuma en las bebidas era una característica que tenía significado espiritual y este “alimento de los dioses”, estaba reservado solo para la clase privilegiada.
Hoy, el chocolate es para todos, y el molinillo es un objeto que aún se produce y se encuentra en las casas de los mexicanos. Inspirados por las formas tradicionales y sin perder su sentido funcional, creamos una reinterpretación contemporánea, una pieza escultórica que busca honrar la tradición y conectar con nuestras raíces.
Para el diseño colaboramos con Eduardo Barrita quien es fundador de Hacer Común, un centro de diseño que vincula el talento de los oficios para impulsar las virtudes y la prosperidad en su comunidad, Zimatlán, Oaxaca, a través de la co-creación de objetos de uso diario que revalorizan la tradición. Para la elaboración, Eduardo trabajó con Jesús Gómez, un maestro de la Sierra Norte de Oaxaca, zona en donde tradicionalmente se producen los molinillos.
Diseño de objeto en colaboración con HACER COMÚN.
Fotos de proceso por HACER COMÚN.
Fotos por Caroga.