En una sociedad sobre informada, que lucha por mantener una conversación sumamente intelectual, llega BANAL para pedirnos que nos relajemos. A veces las reuniones más relajadas, las que parecen menos importantes, en las que no pretendemos cambiar al mundo, son las que más trascienden en nuestra memoria y nos llenan de recuerdos. BANAL es el permiso que nos damos de gozar la vida sin pretensiones, de compartir la mesa con amigos, de brindar y reír en voz alta.

BANAL es un restaurante ubicado en la ciudad de Querétaro en México. A pesar de la calidad de su cocina y los cuidadosos detalles en su arquitectura y decoración, el concepto que se buscaba transmitir era relajado. Nuestro alcance abarcó desde el nombre y la estrategia, hasta el desarrollo de identidad y aplicaciones y fue a través del diseño y los materiales que logramos transmitir la idea.

El nombre es una apuesta por la connotación negativa que puede tener, pero BANAL está dirigido a un público que entiende sin necesidad de mucha explicación. BANAL celebra las conversaciones que son de nada y provocan risas… aquellas que son tan necesarias después de tener un día complicado.

Para complementar las aplicaciones de la identidad, diseñamos un patrón que sirve como elemento decorativo y una ilustración de un oso perezoso cuya personalidad es justamente lo que queremos celebrar.